Nery
Menéndez Toala, reconoce que fue su hermana, que migró y se estableció en
Guayaquil hace varios años, quien la relacionó primero con el teléfono celular
y segundo con el negocio de las recargas.
Guido
Piloso, migró a los 8 años a Manta y tras su adaptabilidad dentro de la
urbe (relacionado a las TIC’S) regresó a las comunidades rurales a establecer su
puesto de recargas y venta de celulares.
Guido
Fernando Baque Reyes, la influencia de uno de sus
hermanos mayores, radicado en Guayaquil, le ayudó a conocer el teléfono celular.
Johanna
Sánchez, quien a partir de su migración a Guayaquil -en un lapso de 15 años- se
relacionó a la nueva tecnología de comunicación móvil y acercó a sus familiares
(en cada visita a su pueblo) los usos y beneficios.
Solanda
Zavala Pincay, recuerda el primer contacto con la telefonía fija en Membrillal.
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